Desde hace unos años escuchamos que el libro en formato papel va a desaparecer. Se dice que cada vez vemos a más gente leyendo libros electrónicos. Se dice, que el libro tradicional está en crisis, que es más incómodo. Se dice también que en un libro electrónico tienes muchos libros y los puedes llevar todos contigo. Que no pesan.
Pero hoy día cuando voy en metro (a mí que me gusta observar) pues observo. Y sí, hay mucha gente con libros de esos modernos que no sabes bien si es un libro electrónico o un Ipod. Pero también es cierto que hay mucha gente con los libros de los de toda la vida y en diferentes tamaños. Ya que también están a los que les gustan los libros en tamaño normal (por muy gordos que sean) nada del llamado formato bolsillo que también hubo una época en el que estuvo de moda.
Hace poco leí un artículo en El País que decía que el libro tradicional no ha muerto. Que el futuro del libro tradicional está precisamente en su pasado. Y qué cierto es. A los que nos gusta el libro tradicional nos gusta coger el libro, hojearlo, ver el tipo de hoja, su color, la letra, la portada, darle la vuelta.. ¿pesa? ¡es de tapa blanda!, fenomenal, puedo doblarlo. Eso, por mucho que se intente, una pantalla de ordenador o de lo que sea no puede ofrecértelo.
¿Y por qué MACulturA ha reflexionado sobre esto? Pues bien, hemos estado hojeando el Anuario de Estadísticas Culurales 2012 elaborado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD). En el mismo encontramos diversidad de datos relacionados con este tema. Por ejemplo, los libros inscritos en el ISBN en 2011 con respecto al año anterior aumentaron en un 2,1%. De ese porcentaje, el numero de libros inscritos en papel fue del 78,7% mientras que el 21,3% se refiere a otros soportes. Son datos esperanzadores por que como vemos, el porcentaje de libros tradicionales inscritos supera con creces a otros formatos como sería el formato digital.
Nos gusta leer. Leer, ir al cine o escuchar música son las actividades que más nos gustan realizar a los españoles. Y nos gusta leer sobretodo libros que no están relacionados con nuestra profesión o estudios. Pero..¿pagamos por ello? Pues sí, el 30,1% compra libros ya sea por internet, en establecimiento u otra forma, frente al 7,7% que no lo hace, que prefiere bajárselos gratis por internet o pedir un préstamo en la biblioteca. (Estos porcentajes hacen referencia a los libros no relacionados con la profesión o estudios).
Los datos ahí están, aumenta el número de libros electrónicos y disminuyen los de formato tradicional. Pero siguen ganando los tradicionales si de una competición tuviéramos que hablar. Al final se tratará de innovar. El formato tradicional tiene que volver al pasado para ver qué es lo que nos gusta, que nos llama la atención, qué es lo que hace que much@s sigamos defendiéndole.
Fuente fotrografía: burdeos.cervantes.es
Hace poco leí un artículo en El País que decía que el libro tradicional no ha muerto. Que el futuro del libro tradicional está precisamente en su pasado. Y qué cierto es. A los que nos gusta el libro tradicional nos gusta coger el libro, hojearlo, ver el tipo de hoja, su color, la letra, la portada, darle la vuelta.. ¿pesa? ¡es de tapa blanda!, fenomenal, puedo doblarlo. Eso, por mucho que se intente, una pantalla de ordenador o de lo que sea no puede ofrecértelo.
¿Y por qué MACulturA ha reflexionado sobre esto? Pues bien, hemos estado hojeando el Anuario de Estadísticas Culurales 2012 elaborado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD). En el mismo encontramos diversidad de datos relacionados con este tema. Por ejemplo, los libros inscritos en el ISBN en 2011 con respecto al año anterior aumentaron en un 2,1%. De ese porcentaje, el numero de libros inscritos en papel fue del 78,7% mientras que el 21,3% se refiere a otros soportes. Son datos esperanzadores por que como vemos, el porcentaje de libros tradicionales inscritos supera con creces a otros formatos como sería el formato digital.
Nos gusta leer. Leer, ir al cine o escuchar música son las actividades que más nos gustan realizar a los españoles. Y nos gusta leer sobretodo libros que no están relacionados con nuestra profesión o estudios. Pero..¿pagamos por ello? Pues sí, el 30,1% compra libros ya sea por internet, en establecimiento u otra forma, frente al 7,7% que no lo hace, que prefiere bajárselos gratis por internet o pedir un préstamo en la biblioteca. (Estos porcentajes hacen referencia a los libros no relacionados con la profesión o estudios).
Los datos ahí están, aumenta el número de libros electrónicos y disminuyen los de formato tradicional. Pero siguen ganando los tradicionales si de una competición tuviéramos que hablar. Al final se tratará de innovar. El formato tradicional tiene que volver al pasado para ver qué es lo que nos gusta, que nos llama la atención, qué es lo que hace que much@s sigamos defendiéndole.
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